Estaba todo atado. Como siempre hay un tonto útil que carga
con todo el marrón. Este tonto útil, desaparecido por ahora, es el que recibirá
todos los palos. Expulsado del partido, olvidado por todos sus compañeros,
odiado por un buen grupo de ellos, penará por todos la decisión de un órgano
colegiado. Aunque fuese él el impulsor, todos colaboraron para que la prevaricación
saliese adelante.
Si en este ardid ha habido un sujeto pasivo, ajeno a la
trama, el tonto útil, el sujeto activo ha sido el actual alcalde el SR. Rubén
Rodríguez, quizás asesorado por miembros del partido que de corruptelas y salir
indemne saben mucho. Y están los abogados o abogado que se presta a servir al Sr. Rubén Rodríguez y no al ayuntamiento, al
sacar de la causa a los que el anterior abogado acusaba de actuar de forma
cómplice con el tonto útil, entre ellos el Sr. Rubén Rodriguez.
Con el equipo de gobierno anterior el abogado o el
ayuntamiento era el acusador, ahora es el defensor, defiende a los
prevaricadores en la forma de retirarles la acusación ¿Quién se puede permitir
eso? El sr. Ruben que si gastarse un duro de su bolsillo ha utilizado al
abogado que el paga con dinero de todos los bollulleros.
Hay otro actor escondido entre bambalinas, ayudante del guionista,
con un papel de mudo que ha servido de parapeto, de escudo y no es otro que el
Sr. Adrián Taillafert jefe del PP que con su abstención “responsable” dice él,
ha permitido que gobierne y que siga gobernando aquel que ahora se ha caído de la
causa del recinto ferial, echando por tierra toda una labor dura, áspera de sus
anteriores compañeros en el gobierno.